No es lo que se dice
Pareadas y geminadas no son lo mismo
Si bien el término pareada/o deriva de par, como equivalente a un conjunto de dos unidades, y que por consiguiente puede aplicarse a cualquier compuesto que lo refleje, en arquitectura tal denominación se utiliza casi en exclusiva para identificar dos columnas discretamente separadas una de otra formando un todo sustentante o simplemente decorativo. Ello nos lleva por tanto a distinguir las columnas pareadas de las columnas geminadas o adosadas, las cuales, como su propio nombre indica, van pegadas una a la otra y no necesariamente en número de dos.
Con frecuencia, los fustes de las columnas pareadas comparten el plinto (1) inferior y el cimacio (2) superior (equino si se trata de los clásicos [1] órdenes [1] dórico y toscano), en tanto que la cesta o tambor (2) del capitel y la basa de cada columna, identificables en todo momento, se yuxtaponen. Las columnas geminadas, por el contrario, no siempre lucen sendos capiteles y basas, sino un único y respectivo elemento para ambos fustes.
Las llamadas viviendas ‘pareadas’ tampoco hacen siempre justicia a su apelativo, ya que ni forman generalmente unidades pares ni hay entre ellas separación alguna que las aísle. Si de manera improvisada se les atribuye tal nombre, se debe probablemente —forzando la genuina derivación verbal— a que dichas viviendas están pared con pared una de otra; por lo que habría que buscar otro significante más certero, formado efectivamente con la raíz semántica de pared, que expresase a carta cabal su pretendido significado. El calificativo de ‘adosadas’ con que también se las conoce se ajusta mejor a la realidad que el término expresa, no porque aluda al numeral dos, que en modo alguno lo hace, sino por su referencia a dorso; de modo que dos casas se dicen “adosadas“ por ser contiguas una a otra, bien por su espalda, bien o por alguno de sus lados.

Único capitel y plinto para columnas geminadas.
Galería porticada de la iglesia de San Lorenzo.
Segovia. Siglo XII.

Columnas geminadas con único capitel.
Ermita de Nuestra Señora de las Vegas.
Requijada (Santiuste de Pedraza, Segovia).
Finales del siglo XII.
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