Galeria de Imágenes
Situando el cursor sobre la imagen, leerás su referencia, y haciendo clic con el ratón irás a la entrada correspondiente.
Pon a prueba tus conocimientos antes de desvelar el contenido de la imagen.
Última actualización: 13 de abril de 2021
o toral (4)
- Se dice de una moldura con forma de toro o grueso bocel; entran en esta categoría el aristón (1), el baquetón y el braguetón.
- Califica como tal toda pieza que incorpore en su diseño una moldura tórica.

Canecillos formados por dos molduras
tóricas y una escocia. Villa romana de
La Olmeda (Palencia). Siglo IV.

Vano alsidial con molduras tóricas. Ruinas de la
iglesia de Santa María de Atienza. Huete
(Cuenca). Siglo XIV.

Imposta de la iglesia de Santo Domingo de Silos,
hoy auditorio-sala de exposiciones. Alarcón
(Cuenca). Siglo XIII.
♣ (clica encima de las imágenes)
o jabalcón o jabalón
Pieza fija de madera o metálica que, en posición inclinada, entesta con otro elemento para sostenerlo. Entre sus muchas aplicaciones destaca la de actuar como refuerzo en las cubiertas (1) de madera.
Almojaya. Arriostrar. Cartela (3). Codal. Entibado. Formaleta. Horcón. Jácena. Jaldeta. Montante (4). Péndola (1). Pendolón. Pilar (1). Puntal (2). Riostra. Tirante (3).
♣ (clica encima de las imágenes)
- o cupulín. Dosel con forma de pequeña cúpula o similar, generalmente muy ornamentado y anclado al muro, que suele coronar un púlpito.
- Doselete sobre los sitiales (2) de las sillerías (2) de coro más suntuosas.
- En los grandes vanos de algunos campanarios, conjunto de lamas de piedra, metálicas o de madera inclinadas de arriba abajo y de dentro afuera con fines protectores frente a los impactos meteorológicos y la intromisión de aves, así como para orientar hacia el suelo el sonido de las campanas. Apenas conocido en España, está muy presente en los campanarios de Francia y otros países europeos.
♣ (clica encima de las imágenes)
Parte integrante de la basa de una columna. Se presenta como una gruesa moldura convexa con forma de anillo, que en los templos griegos y romanos descansa directamente sobre el estilóbato, y en otros contextos sobre el plinto (1). Le siguen la escocia y el bocel, al que algunos llaman también toro por su semejanza con este, si bien el bocel tiende a ser menos grueso y es por lo común de menor radio (ver este artículo). Toral (3). Tórico/a.

basa ática (plinto, toro, escocia y bocel)
Museo Nacional de Arte Romano. Mérida
(Badajoz). Siglo I.

Basa toscana del hospital Real (hoy rectorado
de la universidad), patio de los Mármoles.
Granada. Siglo XVI.
♣ (clica encima de las imágenes)
La basa ática o clásica (1) está formada, de abajo arriba, por el plinto (1) (a veces carece de él), el toro, la escocia y el bocel. Algunos, por error, al bocel lo llaman también ‘toro’ por la semejanza que hay entre ambos anillos. Pero es una semejanza relativa, ya que el bocel exhibe notas exclusivas que le hacen acreedor de su propio nombre: se trata de un anillo de menor grosor y radio más corto que el toro, presenta labra (1) frecuentemente y está situado en la parte superior de la basa —al revés que el toro, que está abajo—, precediendo inmediatamente al fuste. Estos rasgos son suficientes para, evitando confusiones, identificar al bocel de la básica clásica con su específica denominación.
Se da aquí una vez más el hecho de la indolente simplificación semántica que tanto desorienta. Sin embargo, no hay razón que excuse la no utilización de voces pertinentes que añaden precisión al concepto y obvian las innecesarias ambigüedades que se producen por poner el mismo nombre a cosas que son distintas.
Si se establece que una basa clásica consta de dos toros —aparte de que habrá que explicar el porqué de esta univocidad—, nos encontraremos en la tesitura de tener que usar perífrasis para referirnos a un toro u otro a fin de evitar la ambigüedad, circunloquio que no se compadece con la economía del lenguaje, uno de los principios irrenunciables de nuestro idioma.

basa ática con bocel labrado
Pórtico norte del templo del Erecteión.
Acrópolis ateniense. 421-406 a. e.

basa ática con bocel liso
Períptero de la iglesia de San Pietro in Montorio
(mandada construir por los Reyes Católicos).
Roma. 1510.

toro de gran vuelo en basa románica
Portada principal de la iglesia de San Nicolás
de Bari. Avilés (Asturias). Siglo XIII.
♣ (clica encima de las imágenes)
o caballero
Torre construida sobre la azotea de otra mayor. Durante la Reconquista era habitual que los cristianos, una vez rendida una plaza mora, levantaran sobre la torre principal de la alcazaba otra más pequeña a modo de remate, para alojar en ella una o más campanas, inconfundible señal sonora de la nueva religión oficial que acababa de instaurarse. Pero hay también torres caballeras no relacionadas con este hecho. Edículo (1).

Campanario del siglo XVIII, que sustituyó a otro
anterior, sobre la torre del homenaje del castillo
de Fregenal de la Sierra (Badajoz). Siglo XIII.

Alcazaba de Antequera (Málaga), siglo XV,
con torre caballera reformada en 1582
sobre la torre mora del homenaje.
♣ (clica encima de las imágenes)
En un castillo medieval de alguna importancia, bastión de más nobleza y de mayores dimensiones. Puede estar adosada al cinturón de la muralla o ir exenta. Albergaba las habitaciones del señor del castillo. En caso de ataque, constituía el último reducto defensivo. Debe su nombre a que en su salón principal se oficiaba la ceremonia feudal del ‘homenaje’, en la cual el señor entregaba al vasallo un feudo (tierras o rentas) a cambio de que este le prestara el debido auxilio y el consejo requerido («auxilium et consilium»). Atalaya. Donjon. Torrejón. Torreón.
♣ (clica encima de las imágenes)
Castillo con torres en las esquinas o repartidas a lo largo de su perímetro, pero con una de tal tamaño —con frecuencia la propia torre del homenaje— que las demás quedan claramente empequeñecidas.
Albarrana. Baluarte (1). Barbacana (1). Bastión. Celoquia. Coracha. Hornabeque. Revellín (1). Tenaza. Torre del homenaje. Torre vigía. Torreón.
♣ (clica encima de las imágenes)
Torre grande para defensa de un lugar. Puede darse aisladamente o en compañía de otras torres formando una muralla o un castillo. En este último caso el tamaño no es determinante, y se da la paradoja de que señalamos también como torreón (aumentativo de torre), aquellos cubos (2) que sobresalen en una muralla con menor envergadura que otras torres principales. Por último suele asimismo recibir el nombre de torreón la prolongación en altura y con forma de torre de la parte central o alguno de los extremos de un edificio carente de aspecto defensivo o pasado militar alguno.
Albarrana. Atalaya. Baluarte (1). Barbacana (1). Bastión. Borje. Celoquia. Cilindro (1). Coracha. Escaraguaita. Hornabeque. Revellín (1). Tenaza. Torre del homenaje. Torrejón.
♣ (clica encima de las imágenes)
- Volumen en posición vertical que se retuerce girando sobre sí mismo. El torso más conocido es el fuste de sección helicoidal. Cuando se enrosca en solitario, forma la espira (1) de la columna salomónica; si se trenza pegado a otros fustes semejantes, da paso a la columna entorchada, a la que muchos, sin embargo, indistintamente también llaman torsa. Es asimismo torso el fuste, redondo o cuadrado, de estrías —por lo común vivas— que se retuercen sobre sí mismas. Ver este artículo y este otro.
- Parte del cuerpo humano sin cabeza ni extremidades. Busto.

Columnas torsas de la antigua puerta del Paraíso
de la catedral de Santiago Apóstol. Museo de la
catedral. Santiago de Compostela (La Coruña). 1122.

Réplica romana en mármol (segundo tercio del s. II)
del Discóforo en bronce de Policleto (Grecia, s. V a. e.).
Museo Nacional del Prado. Madrid.
♣ (clica encima de las imágenes)
Roca arenisca calcárea —equivalente a la toba caliza—, porosa y maleable, formada por dunas de playa fosilizadas. Extraída desde época romana directamente de los acantilados cuando no era posible hacerlo a pie de playa, es todavía familiar para los canteros o “tosqueros” de las costas mediterráneas, si bien su uso ha quedado restringido por preservación del litoral. Su color de arena y el brillo que desprende cuando le da el sol son dos de sus notas características, muy apreciadas todavía. Prohibida casi por completo su extracción, en la actualidad son sumamente valorados los sillares de derribo para nuevas construcciones.
Berroqueño. Caleña. Caliche (2). Campanil. Carrara. Especular. Macael. Pario. Pentélico. Pudinga. Sangrante. Travertina.

Antigua cantera del cabo de La Nao (Alicante).
Las numerosas y profundas cuevas de los
acantilados de La Marina son producto de
la extracción de tosca.

Antigua cantera de pieda tosca a pie de playa.
Jávea (Alicante). Al fondo, el cabo de San
Antonio, de excelente piedra tosca.
♣ (clica encima de las imágenes)
Ver también: orden (1) toscano
Quinto orden arquitectónico clásico (1), formado con elementos etruscos —procedentes de la itálica Etruria, la actual Toscana— y alguna aportación romana. Es menos rústico que el dórico griego, en el que se inspira, y al que supera en elegancia y esbeltez. Un entablamento (1) no siempre presente muestra arquitrabe liso a dos o tres bandas, sin triglifos y metopas. La columna es sin duda su aportación más destacada; consta de fuste sin estrías con tendencia al adelgazamiento en el tramo superior, éntasis poco acusada o ausente, basa ática, capitel de escuetos equino y ábaco (1) —este más delgado que el dórico—, precedidos de un listel, collarino liso (cuasiprolongación del fuste) y astrágalo con calibre de bocel. Debemos al estilo (1) renacimiento la propagación del arte toscano, que sustituyó al dórico en la conjugación de los órdenes clásicos tan en boga en los siglos XV y XVI. La columna toscana tuvo en España muy buena acogida, especialmente en la arquitectura civil.
♣ (clica encima de las imágenes)
Viga o madero largo y grueso que sirve regularmente para formar techos y dar consistencia a un entramado. En la construcción moderna las trabes son de acero o de hormigón armado. Cabrio (1). Papo. Tablazón (2).

Trabes de la antigua techumbre mudéjar de
la arciprestal de Santa María del Salvador.
Chinchilla de Montearagón (Albacete).
Siglo XVI.

Trabes arqueadas evocando una bóveda
deprimida. Parador nacional de turismo
de Santo Domingo Bernardo de Fresneda.
Santo Domingo de la Calzada (La Rioja).
2007.

Trabes de roble (siglo XIX) entre la cubierta y la
bóveda del ábside de la catedral de Notre-Dame
de París antes del incendio de abril 2019.
♣ (clica encima de las imágenes)
- Decoración calada en piedra, yeso o madera con motivos vegetales o geométricos. Muy presente en el arte islámico y mudéjar, con el gótico alcanzó cotas muy elevadas, especialmente en las arquerías de los claustros y en gabletes, rosetones (1), doseletes, acroterios y cresterías.
- Característica ornamentación de las bóvedas del gótico tardío, también llamado flamígero (1) o florido, tendente a la exuberancia y poblamiento de molduras (terceletes y ligaduras [1]) y florones, que proporcionan a su ya muy nervada (1) configuración una complejidad aún mayor, la cual hace difícil en ocasiones que podamos identificar los nervios verdaderos. Ver este artículo y este otro.

Ojiva con tracería en piedra. Ventanal del claustro
del monasterio de Santa María la Real. Nájera
(La Rioja). 1528

Torres de Serranos (antigua puerta de la muralla).
Fachada que mira al río Turia. Valencia. Siglo XIV.

Bóveda de la planta baja del claustro del monasterio
de Yuso. San Millán de la Cogolla (La Rioja). 1549.

Puerta oeste de la iglesia de Nuestra
Señora de la Asunción. Martín Muñoz
de las Posadas (Segovia). Siglo XVI.
♣ (clica encima de las imágenes)
Trampa para el ojo. Engaño visual. Se obtiene pintando arquitecturas o figuraciones fingidas en muros o suelos o induciendo a alguna alucinación visual por la forma en que han sido colocados los materiales, simulando una realidad inexistente. Hallamos abundantes trampantojos en cúpulas y bóvedas barrocas, pero también los hubo en las paredes de las villas romanas y en las iglesias bizantinas y prerrománicas, si bien en estos tres últimos casos se advierte claramente la voluntad de decorar y no la de provocar una ilusión óptica. El trampantojo también forma parte hoy del paisaje urbano, dando color y vida a los muros desnudos de algunos edificios o a los andamios de otros en restauración. El humor y la publicidad se han servido también de este artificio.
Agramilado (1). Agramilar (2). Arquitectura fingida. Esgrafiado.

Casa del Ermitaño (decorada en origen con aspecto
ajado y de abandono). El Capricho de la alameda de
Osuna. Madrid. Inicios del siglo XIX.

Trampantojo arquitectónico de la cúpula
de San Antonio de los Alemanes o de
los Portugueses. Madrid. Siglo XVII.
♣ (clica encima de las imágenes)
Última actualización: 13 de abril de 2021