Sillares y mampuestos
almena
Pieza prismática de sillar, sillarejo, ladrillo o mixta que despunta de forma reiterada sobre el perímetro de una muralla medieval y de otros puntos del castillo o en una construcción similar. Nació como obra (2) defensiva frente al ataque enemigo, protegiendo a los guerreros apostados en el adarve de la fortaleza, quienes a su vez utilizaban las almenas para disparar por sus vanos mientras se protegían de los proyectiles que sus contrarios lanzaban desde fuera. Quedan también algunos ejemplos de “almenas artilleras o fusileras”, con la oportuna saetera abierta en su mitad, que permitía disparar a su través. Sobre las almenas de algunos castillos se colocaba muy a menudo otra pieza menor de aspecto más o menos piramidal, de nombre esperonte, que prolongaba la cobertura frente a los impactos, amén de ornamentar el conjunto amurallado.
Con el advenimiento de la gran artillería a finales del siglo XVI y muy especialmente en el siglo XVIII, la almena derivó en merlón (adaptación del merlone italiano, aumentativo de merlo, ‘almena’), que recreció su volumen ocupando todo el espesor de los gruesos bastiones, baluartes y revellines que habían de resistir las andanadas de los nuevos y más explosivos ingenios bélicos. El antiguo vano interalmenal aumentó hacia fuera en la misma proporción que los merlones —proyectando estos sus lados hacia el exterior en sentido convergente—, pero por dentro apenas alteró su luz, la suficiente para dar cabida a la boca de un cañón, que ahora disponía de un campo visual y de tiro mucho más ambicioso y certero. A este gran vano con apertura de embudo se le ha llamado tronera (1) y cañonera, nombre este último de rancia prosapia, con el que a finales de la Edad Media se había bautizado ya el hueco entre almenas, pues por él comenzaron a asomar ya las primeras armas de fuego. (Ver este artículo.)
Aspillera. Aspillerado (4). Buhedera. Camino de ronda. Matacán. Paso de ronda. Tronera (1).
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