Sillares y mampuestos
berroqueño
o granítico
Derivado de «berrueco» (roca granítica), es sinónimo de compacto y duro, ya que el granito está compuesto de feldespato, cuarzo y mica, minerales de gran dureza. En bruto, el peñasco berroqueño tiene aspecto granular, y de ahí le viene a la piedra el nombre de granítica. Su sólida estabilidad hace de la roca berroqueña el material idóneo frente a agresiones externas como el rayado, el desgaste y los cambios atmosféricos. Una vez pulido, el granito potencia su escasa porosidad hasta hacerse impermeable a todo tipo de fluidos, lo cual facilita su limpieza.
Las canteras (1) de granito son pródigas en todas las regiones españolas —especialmente en Galicia—, razón por la cual el sillar berroqueño es muy utilizado en cantería.
Si bien el granito en bruto se obtiene de varios colores, es el gris el más abundante en el medio natural y el que predomina en la construcción.
Arenisca. Caleña. Caliche (2). Campanil. Carrara. Especular. Macael. Pario. Pentélico. Pudinga. Sangrante. Toba. Tosca. Travertino.

Escuela de Altos Estudios Musicales (gran cubo de
pesados bloques graníticos en bruto). Santiago
de Compostela (La Coruña). 2001.

Catedral de Ávila, la más antigua del gótico español
(último tercio del siglo XII), construida con arenisca
sangrante y abundante piedra berroqueña.

Hórreo de Araño (piedra granítica). Rianjo (La Coruña);
con sus 37,05 m, es el de mayor longitud de Galicia.
Mediados del siglo XVII.
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