Sillares y mampuestos
cajeada
Califica especialmente la pilastra que presenta un rebaje o hundimiento interior en toda su longitud, que en ocasiones puede contener algún resalte a juego. A imitación suya, el modelo se aplicó también a muchas columnas prismáticas, a algunos arcos y a no pocos nervios de bóvedas y cúpulas. Modalidad típica del estilo (1) barroco, pero que el tardorrománico ya había ensayado tímidamente y el manierismo acabó por darle carta de naturaleza.

Bóveda de horno cajeada. Capilla mayor de la
iglesia de Santa María Magdalena. Benitachell
(Alicante). 1774.

Bóveda y arcos torales (1) cajeados de
la iglesia de la Purísima (agustinas de
Monterrey). Salamanca. 1660.

Pilastras y arcos fajones cajeados. Claustro del
Colegio Real de la Clerecía (hoy Universidad
Pontificia). Salamanca. Siglo XVIII.

Columnas, plintos y arcos cajeados. Patio
del palacio de los conde de Miranda (o de
los Zúñiga o de Avellaneda). Peñaranda de
Duero (Burgos). Siglo XVI.

Portada cajeada en todos sus elementos. Iglesia
de la Asunción de Nuestra Señora. Fresneda de
Altarejos. (Cuenca). Siglo XVII.

Claustro de los Medallones. Monasterio trapense
de Santa María (siglo XII). Sobrado de los Monjes
(La Coruña). Siglo XVII.

Nervios cajeados de la bóveda. Iglesia
del monasterio trapense de Sta. María
la Real de Osera (s. XIII). San Cristóbal
de Cea (Orense). Siglo XVII.
♣ (clica encima de las imágenes)