Sillares y mampuestos
Carrara
Nombre que evoca las italianas y prestigiosas canteras de mármol en los Apeninos ligures o Alpes Apuanos, en la región de Toscana. Ya se conocían en la Edad del Bronce (siglo VIII a. e. y siguientes), pero fueron los romanos del siglo I quienes comenzaron su explotación en serio. El segundo periodo de esplendor de este mármol «lunense» (con tal nombre se conoce también en Italia, por ser Luni el vecino puerto donde se cargaban los bloques (2) para su transporte por mar) comienza en el siglo XI y dura hasta bien entrado el siglo XVII. El tercer periodo de apogeo, ya en el siglo XX, corresponde a los años en que Benito Mussolini gobernó Italia (1922-1945); el mármol de Carrara serviría ahora para levantar los grandes y abundantes monumentos con los que el Duce quería evocar las colosales construcciones del Imperio romano.
Este mármol se ha utilizado siempre en arquitectura, pero su fino grano y su tersa blancura lo han hecho especialmente idóneo para la escultura, y así lo han entendido los escultores más acreditados de todos los tiempos. Dada su fama, el mármol de Carrara ha viajado a todos los rincones del mundo civilizado.
Arenisca. Berroqueño. Caleña. Caliche (2). Campanil. Especular. Macael. Pario. Pentélico. Pudinga. Sangrante. Toba. Tosca. Travertina.

Columna de Trajano (38 m). Dieciocho
bloques de mármol de Carrara se montan
hacia el cielo. Foro de Trajano, Roma. 114.

Baptisterio, catedral y campanario de la plaza de
los Milagros de Pisa, construidos con mármol
de Carrara. Siglos XI y XII.

Transverberación de Santa Teresa. Capilla Cornaro.
Iglesia de Santa Maria de la Victoria. Mármol de
Carrara en manos de Bernini. Roma. Siglo XVII.

Monumento a Colón. Buenos Aires.
1921. Fabricado en Italia con mármol de
Carrara, se desmontó para su transporte.
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