Sillares y mampuestos
cávea
Graderío del teatro, del anfiteatro y del circo romanos (el koilon de los teatros griegos) donde se aposentaban los espectadores. Era frecuente que la cávea del teatro se apoyase en la ladera de algún terreno que permitiese además instalar a sus pies la estructura escénica y la orquesta. En cambio, la cávea del anfiteatro, en el caso de querer integrarla en el medio natural, requería, por su propio diseño de óvalo cerrado, trabajos de excavación y de vaciado mayúsculos, por lo que se optaba casi siempre por montar el graderío sobre arcos y bóvedas en aquellas partes de la cávea donde no fuera posible sacarle partido a la inclinación del terreno. Y otro tanto cabe decir del largo graderío que recorría todo el perímetro del circo.
Toda cávea constaba de tres sectores en correspondencia con la importancia de sus ocupantes: la ima cavea (primeras filas cercanas al área del espectáculo) se reservaba a los senadores, “equites” y otras personalidades; la media cavea la ocupaban los patricios de rango social intermedio, en tanto que la summa cavea se destinaba a la plebe.
Para organizar el tránsito de los espectadores la cávea disponía de cúneos y en muchos casos (circos y anfiteatros sobre todo) de vomitorios.
También se llamaba cávea al recinto bajo la arena del anfiteatro, donde se enjaulaban las fieras destinadas a los juegos (venationes) allí celebrados.
Hemiciclo (1).
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