Sillares y mampuestos
ciego
Forma de señalar en arquitectura lo que no es diáfano e impide por tanto que pase dentro la luz exterior. Se aplica especialmente a vanos proyectados en origen como opacos, por lo común arcos y rebajes rectangulares, frecuentes en el arte románico y aún más en el estilo (1) mudéjar, cuando la proliferación del ladrillo facilitó y abarató este tipo de ornamentación. Con ello se buscaba el efecto visual de movimiento, a fin de compensar las propias limitaciones del ladrillo frente a la plasticidad de la labra (1) que proporcionaba la sillería (1). Este glosario reserva el término de «cegado» o «condenado» para definir los vanos taponados a posteriori por imperativo de una necesidad sobrevenida. Arco de descarga.
Son ciegas las arcaturas típicas del estilo lombardo, que adornan por arriba —solas o entre lesenas— los hastiales (1) y los ábsides de los templos, y que inmediatamente haría suyas el arte románico. Arcuación (1). Arquillo.
Calificamos también como ciega la cúpula o la bóveda semiesférica sin vano alguno que la ilumine, al igual que definimos como ciego el crucero (1) meramente abovedado, que no alberga ni cúpula ni cimborrio.
Es igualmente ciega la escalera, por lo común de obra (2), cuyos tramos se yuxtaponen en direcciones contrapuestas sin que exista en el centro-eje que los une espacio vacío alguno

Arquería ciega izqda. en fachada meridional.
Iglesia de San Esteban. Moradillo de Sedano
(Burgos). Siglo XII.

Óculos ciegos. Torre de la iglesia del convento
viejo de San Agustín. Belchite (Zaragoza).
Siglo XVII.

Alternancia vertical de vanos ciegos y diáfanos. Torre
de la iglesia de la Asunción. Leciñena (Zaragoza).
Siglo XV.
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