Sillares y mampuestos
cilla
- Almacén, granero o despensa donde se guardan, especialmente, las provisiones de una hacienda agrícola.
- Palabra de tradición monástica, por ser la cilla una de las dependencias más espaciosas e importantes de los numerosos, nutridos y bien abastecidos cenobios de otros tiempos. Sin tener arquitectónicamente un diseño exclusivo, la cilla monacal, ubicada como el resto de las piezas de la abadía en torno a las pandas del claustro, presentaba gruesos muros que la aislaban del calor y la humedad, y se cubría indistintamente con techumbre de madera sobre arcos diafragma o arquería de pilares (1), o bien con bóveda de piedra o de ladrillo. Cambra. Guardillón. Hórreo. Panera. Troj.
- Pósito eclesiástico donde se almacenaban hasta su oportuno reparto los diezmos de las diferentes cosechas, principalmente trigo, cebada, centeno y avena. En cumplimiento del quinto mandamiento de la Iglesia, que prescribía —siguiendo la tradición judía— «pagar diezmos y primicias a la Iglesia de Dios», todo agricultor era enajenado de una décima parte de sus cosechas para el sostenimiento del clero. Hasta 1836, en que pasaron a subasta desamortizadora todas las cillas de la Iglesia (al año siguiente quedaron abolidos civilmente los diezmos), lo recaudado se custodiaba en las dependencias de la misma parroquia o bien en una cilla exenta construida al efecto. De ello queda todavía constancia en algunos callejeros urbanos, o residualmente en alguno de aquellos seculares edificios, que se perpetúa como «cilla» aunque se use hoy para otros menesteres. Al igual que los pósitos, la cilla mantenía, a escala menor, las trazas constructivas de aquellos, predominando los recios sillares y la escasez de vanos en sus muros.

Antigua cilla del monasterio cisterciense de Santa
María. Veruela (Vera de Moncayo, Zaragoza). Siglo XII.

Cilla del m.º cisterciense de Santa María de Piedra,
hoy Museo de Vino D. O. Calatayud. Nuévalos
(Zaragoza). 1218.
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