Sillares y mampuestos
corintio
Ver también: cesta
Ver también: orden corintio
Orden arquitectónico griego, nacido hacia el año 427 a. e. en la ciudad costera de Corinto, que le da nombre, caracterizado —frente a su predecesor, el orden jónico— por un esbelto capitel con doble o triple fila de hojas de acanto (1), que dejan aflorar por arriba algunos caulículos (vástagos o pimpollos), que evocan a su vez las volutas del capitel jónico. Este modelo, menos sutil que el jónico, pero más ornamentado, fue determinante en el diseño de capiteles en los estilos posteriores.
Sigue la tradición jónica de un ábaco poco relevante, formado por uno o dos delgados tableros (6) apenas moldurados. El resto de los elementos que componen el orden corintio (basa, fuste acanalado —cuando no es liso—, entablamento [1] y cubierta [1]) los toma del orden jónico. Se propagó principalmente en el periodo helenístico y fue por ello mismo el preferido del arte romano, dada su cercanía cronológica (finales del siglo IV) y su vecindad geográfica con la cultura helena, que con el nombre de Magna Grecia ocupaba hacía ya varios siglos el sur de Italia, incluida la isla de Sicilia.
Es el capitel corintio seguramente el que más atrajo la atención de los canteros de siglos posteriores. De ello dan testimonio las múltiples versiones que de él hicieron los estilos más importantes, entre los que destacan los capiteles islámicos, mozárabes, románicos, góticos, renacentistas y barrocos, cuyas creaciones —cuando no copian directamente el modelo canónico— nos sorprenden con rasgos y añadidos que alteran sustancialmente el diseño original.
Durante la renovación clásica (1) propiciada tanto por el renacimiento (siglos XV y XVI) como por el neoclasicismo (siglos XVIII-XX) las columnas corintias se presentan a menudo con el fuste liso, carentes de estrías, y sin éntasis, una copia sin embargo de la adaptación-simplificación corintia que a menudo y muy tempranamente ya habían hecho los romanos.
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Capiteles corintios de la paraskenia, teatro
romano de Mérida (Badajoz). 15 a. e.

Interpretación hispanomusulmana (Córdoba y
Granada) del capitel corintio, siglos X y XIV,
respectivamente.

Versión gótica del capitel corintio.
Claustro desamortizado del siglo XIV.
Colección privada. La Rodona (Gerona).

El arte renacentista, muy dado a añadirle al
capitel corintio nuevos elementos, también
se ciñó muchas veces al modelo canónico.
Catedral de la Sta. María de la Encarnación.
Granada. Siglo XVI.

El arte barroco prefirió generalmente el capitel
compuesto. Pilastra de la catedral castrense
(Fuerzas Armadas). Madrid. 1744.
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