Sillares y mampuestos
coro
Espacio acotado en una iglesia regentada por una comunidad consagrada para rezar o cantar allí las «horas canónicas», comúnmente llamadas oficio divino. En una catedral o una colegiata está reservado el coro a los miembros del cabildo, o sea, los canónigos; en un monasterio, a los monjes o las monjas que lo habitan; y a los frailes o las religiosas (igualmente monjas) si se trata de un convento. La schola cantorum suele además interpretar desde el coro las partes cantadas de la misa y otras polifonías sacras.
Dispone de sillería (2), por lo común muy elaborada y aparente, que se reparte de forma escalonada y en hileras por los flancos del recinto, mientras el espacio central acoge un facistol, un altar, una imagen, la consola del órgano o un armónium, o varias de estas cosas a la vez. En la sillería de muchos coros abaciales y catedralicios, un sitial (1) presidencial destaca sobre los demás por su tamaño y talla. La estructura y distribución descritas son comunes en su mayoría a los tipos de coro que se detallan a continuación, atendiendo al lugar específico que ocupan dentro del templo. Cabo. Crosa. Doselete. Estalo. Misericordia.
∼ coro alto: situado a los pies del templo sobre la planta (2) superior construida ex profeso, se asoma a la nave mayor de la iglesia a través de balaustrada. La pared del fondo o cualquiera de sus paños (3) laterales puede alojar la gran caja (4) de tubos y trompetería de un órgano. La mayoría sin embargo de los coros altos de las parroquias y otras iglesias comunes destacan por su simplicidad y se caracterizan por no disponer de la estructura y los elementos arriba mencionados, ya que su única razón de ser es dar cabida ocasional a la schola en alguna solemnidad especial, así como al órgano o armónium que armonizan algunas veces la misa y otras celebraciones litúrgicas. Debajo del coro alto una bóveda baída o un sofito (2) arquitrabado soporta la estructura superior conformando el techo del sotacoro, amplio espacio que ejerce de atrio o entrada principal del templo.
∼ coro bajo: solo se encuentra en las iglesias que disponen de al menos tres naves; ocupa el centro de la nave principal, orientado hacia la cabecera y cerrando tres de sus lados por muros de cima (2) abierta, alguno de los cuales —generalmente los colindantes con las naves laterales— suele albergar la ya mencionada caja de tubos y trompetería del órgano. Se extiende a lo largo de la nave mayor ocupando dos o tres de sus tramos. Los paramentos (1) exteriores, por lo general muy ornamentados, conforman los muros de las crujías, mientras que la pared del fondo da lugar por la cara exterior al trascoro, organizado a modo de retablo, con un altar, un sepulcro importante u otros elementos monumentales. La parte delantera del coro, frente por frente del presbiterio, dispone de una gran reja, generalmente muy elaborada, que lo separa del último tramo de la nave central. Ir a “Cómo se llama“.
∼ coro presbiteral o presbiterial: queda circunscrito al perímetro del presbiterio, distribuyendo la sillería simple o escalonada a lo largo de las paredes, quedando el altar mayor como eje central avanzado del espacio coral.
∼ coro de clausura: propio de los conventos femeninos de estricta observancia. Unas veces se trata de una amplia estancia aneja al presbiterio, con el que se comunica únicamente a través de una reja grande y sobria que permite ver el altar; otras se sitúa, también enrejado, a los pies del templo, muy lejos por tanto del altar mayor, bien en planta (1) bien como coro alto, cerrando este su frente con celosías. Dispone igualmente de sillería. Un armonio o un pequeño órgano de realejo pone la nota musical al conjunto.

Coro bajo de clausura a los pies del templo
(comunica con la iglesia a través de una reja).
Monjas dominicas. Iglesia de Santa Catalina
de Zafra. Granada. Siglo XVI.
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