Sillares y mampuestos
entestar
Las tres acepciones que el Diccionario de la lengua española recoge respecto de entestar podemos enunciarlas en una: unirse entre sí por sus extremos dos o más elementos arquitectónicos. Unas veces —en respuesta directa al término— lo harán expresamente por las cabezas o testas (1); otras no se especificará qué partes entran en contacto, y por último —y más gratuitamente aún—, ‘entestarán’ dos elementos cuando uno de ellos quede embebido o encastrado en el otro. Con ello la ambigüedad está servida, pero así se expresa la jerga al uso, que, como salta a la vista, no siempre se ajusta etimológicamente al lema definido. Ver este artículo.

Los arbotantes superiores de la catedral
de Ávila (siglo XII) entestan con la cabeza
de los estribos

En el patio del ayuntamiento de Coria (Cáceres),
siglo XV, las columnas toscanas entestan con los
arcos de medio punto formando arquerías.

Chambrana embebida. Iglesia de San Andrés.
Abelenda das Penas (Carballeda de Avia,
Orense). Siglo XII.
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