Sillares y mampuestos
estalo
Asiento de coro. Los estalos de los coros catedralicios, monásticos y colegiales son abatibles, por lo que pueden pasar, gracias a un eje o bisagra, de la posición horizontal a la vertical y viceversa. De esta forma sus ocupantes pueden adoptar la postura de sentados, con el estalo bajado, y la de apoyados, con el asiento subido. Y es que en el reverso del estalo hay una repisa o ménsula, más ancha que prominente, la cual hace función de miniasiento cuando el estalo se sube, a fin de aliviar la posible incomodidad de estar de pie durante el canto o el rezo del oficio divino —actividad a la que está destinado el coro—, en cuya salmodia los oficiantes alternan las posturas ‘de pie’ y ‘sentados’: mientras una fila reza sentada, la otra lo hace de pie, y es entonces cuando entra en juego ese miniasiento cómplice e indulgente que ha recibido el oportuno nombre de misericordia.
Los asientos de los coros más solemnes y suntuosos —en general todos los de las catedrales y la mayoría de los monásticos— participan por igual de las cualidades artísticas del mobiliario allí expuesto, excelentes trabajos de ebanistería y marquetería, con profusas y muy elaboradas representaciones figurativas y ornamentales.
Crosa. Sillería (2). Sitial (2).

Estalos abatidos en los que asoman por debajo las
misericordias. Sillería del coro del monasterio
de El Parral. Segovia. Siglo XVI.

Sitial de san Marcos con el estalo abatido
Coro de la iglesia de San Benito el Real.
Valladolid. Siglo XVI.

Sitial episcopal con los estalos subidos.
Catedral gótica de la Asunción de la
Virgen. Plasencia (Cáceres). 1565.
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