Sillares y mampuestos
giraldillo
Veleta que corona la torre campanario de la catedral de Santa María de la Sede, en Sevilla. Tras su instalación en 1568, aquel giraldillo que giraba con el viento terminó dando nombre a la torre entera, la cual desde entonces es conocida como La Giralda. Giralda, pues, porque tiene un giraldillo, y no giraldillo porque está en La Giralda. Con sus tres metros y medio, la singular veleta representa en forma de alegoría la Fe triunfante de la Iglesia. Cundió el ejemplo en la cristiandad y ha habido réplicas del giraldillo en otros lugares, incluso allende la mar océana. No siempre, sin embargo, se ha copiado fielmente el modelo hispalense, sino que ha llegado a adoptar otras alegorías religiosas e incluso a inspirar figuras mitológicas. Esta evolución ha propiciado que hoy llamemos «giraldillo» a toda veleta estatuaria.

“Giraldilla” del castillo de la Fuerza Real.
La Habana (Cuba). 1634. Copia del original
conservado en el museo.

Réplica a escala de La Giralda con el
giraldillo dios Mercurio (el Comercio).
Antiguos almacenes La Soledad. 1935.

Iglesia y torre campanario de San Pedro con giraldillo
de 1991, réplica de otro del s. XVIII. Carmona (Sevilla).

Campanario con giraldillo de la iglesia de San
Francisco. Molina de Aragón (Guadalajara).
Siglo XVIII.

Torre con giraldillo de 2010, pendiente
de ser sustituido por una copia del
antiguo ya desaparecido. Iglesia
Parroquial Mayor de Santa Cruz.
Écija (Sevilla). Siglos XVII-XVII.
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