Sillares y mampuestos
iglesia de peregrinación
Templo al que en la Edad Media acudían muchedumbres de fieles cristianos movidos por su devoción a las reliquias en general y a alguna muy importante en particular. A los tradicionales destinos de Jerusalén y Roma, determinantes focos de atracción para la fe católica, pronto se sumaron otros, entre los que destacó el sepulcro del apóstol Santiago el Mayor, meta de un ininterrumpido peregrinaje a la catedral compostelana, en Galicia. Dados los beneficios tanto divinos como terrenales que toda peregrinación proporcionaba, las diócesis y las órdenes monásticas pronto se aprestaron a procurar para sus iglesias reliquias que atrajeran a más y más fieles. Pero la ruta jacobea justificaba por sí sola la mayor afluencia de peregrinos, y a ellos iban destinados los grandiosos templos de nueva planta que a lo largo del Camino y en otros lugares cercanos fueron enriqueciendo sin tregua ni parangón el arte románico y el gótico. Los rasgos arquitectónicos más relevantes de las iglesias de peregrinación son:
→ grandiosidad en las proporciones
→ de tres a cinco naves, capaces de absorber masas enteras de peregrinos
→ amplias tribunas sobre las crujías laterales anejas a la nave central y en la cabecera, que ampliaban el aforo proporcionado en planta (1)
→ edificios techados con bóveda de cañón en la nave central y de aristas en las laterales
→ girola con arquería que dejaba ver el altar mayor y absidiolos que albergaban otros tantos altares menores
→ gran alzada para almacenar la mayor cantidad de aire
→ abundante iconografía con propósito catequético, principalmente en las portadas
→ planta con transepto, que dotaba al templo de mayor amplitud, con sendas portadas en sus extremos que agilizaban la evacuación del edificio.
→ una o varias torres con campanas para convocar a los peregrinos a los actos de culto

Iglesia del monasterio cisterciense de
Santa María de Moreruela. Granja de
Moreruela (Zamora). Siglo XII.
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