Sillares y mampuestos
iglesia-fortaleza
Templo medieval que, pasado un tiempo desde su consagración como lugar de culto, se vio obligado a fortificarse —rara vez se concebía fortificado desde su fundación— por motivos de defensa. Bastión en «tierras de frontera», se protegía así, aunque fuese parcialmente, de las frecuentes razias de cristianos y agarenos; pero sucedía también que una iglesia-fortaleza terminaba siendo agente de intervención directa en las pugnas intestinas que provocaban los intereses enfrentados de unas poblaciones contra otras, que se disputaban la hegemonía de una rama dinástica en la región o en el reino.
Estos templos presentan variedad de formas arquitectónicas: desde campanarios, ábsides y hastiales almenados con algún adarve (1) o paso de ronda (1), hasta nuevas torres adosadas provistas de matacanes y troneras. Un híbrido, en fin, de castillo y templo.

Ábside-cubo «el Cimorro», almenado y con matacanes,
de la catedral de Cristo Salvador. Ávila. Siglo XII.

Monasterio del Císter de Santes Creus. Aiguamurcia
(Tarragona). Siglo XII. Iglesia fortificada en 1377.

Iglesia de San Juan (o San Nicolás),
trasladada aquí en 1960 al construirse
el pantano de Belasar. Portomarín
(Lugo). Siglos XII-XIII.
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