Sillares y mampuestos
modernismo
Término con que en España se designa a una corriente de renovación artística desarrollada a finales del siglo XIX y principios del XX. Con diferentes nombres se dio igualmente en otros países europeos. Intenta crear un arte nuevo, joven, libre —en definitiva, ‘moderno’—, que represente una ruptura con los estilos dominantes en aquel momento, tanto los de tradición academicista (el historicismo, el eclecticismo y los socorridos ‘neos’) como otros más rupturistas (el realismo, el impresionismo y el funcionalismo). En la nueva estética que ahora se propone predomina, sobre todo en España, la inspiración orgánica, a la vez que se incorporan materiales de producción masiva como el hierro y el cristal, pero superando las monótonas formas de la arquitectura industrial (2) de mediados del siglo XIX (el constructivismo). Se busca siempre la línea curva y a menudo la asimetría, tanto en el replanteo y alzado (1) de los edificios como en la decoración. Con perspectiva reduccionista se ha buscado homogeneizar el art nouveau francobelga con el modernismo español, especialmente con el de sello gaudiano; pero este va más allá, tanto por la innovación de los materiales como por el resultado constructivo final: un simbolismo surrealista que no queda circunscrito al ámbito de la ornamentación, sino que afecta también a la estructura arquitectónica. Entre las obras modernistas españolas —muy numerosas y presentes en todo el territorio nacional—, cabe destacar el hospital de la Santa Cruz y San Pablo, el mayor conjunto modernista del mundo, compuesto de diecinueve edificios, intercomunicados por pasillos subterráneos, obra (2) concebida y realizada por el arquitecto Lluís Domènech i Montaner y su hijo Pere entre 1902 y 1930.
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Portal antigua Casa de Misericordia “La Milagrosa”,
hoy rectorado de la Universidad Politécnica de
Cartagena (Murcia). 1929.
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