Sillares y mampuestos
mozárabe
(Del árabe musta’rab, ‘arabizado’).
Según la opinión más extendida, estilo (1) hispanomusulmán que desarrollaron los cristianos en los territorios ibéricos sometidos al islam y en los reinos cristianos a los que acudían alarifes mozárabes. En lo que respecta a esto último, la huida unas veces, y la expulsión otras, de numerosos monjes cordobeses de al-Alándalus en castigo por sus intemperancias antiislamistas son también un factor a tener en cuenta en la aparición del estilo mozárabe en territorios norteños, habida cuenta de que en todo monje había, si no un cantero, sí al menos un albañil.
El contacto del arte visigodo con las formas islámicas tras la rápida invasión y el asentamiento de los sarracenos en la Península dio sus frutos en unas peculiares trazas arquitectónicas, que se aplicaron sobre todo en la construcción de iglesias (permitidas en un primer momento durante el dominio musulmán) desde el siglo VIII hasta principios del siglo XI. Se trataba de una mezcla armoniosa de elementos hispanorromanos (la bóveda y el arco de medio punto), celtas y asturianos (decoración de símbolos lunares y astrales), árabes (la cúpula y el uso del ladrillo, ambos de tradición romana) y visigóticos (los arcos de herradura y la planta de cruz latina).
La crítica moderna prefiere hablar de estilo «de repoblación» más que de estilo mozárabe, basándose en que, según asevera, eran los propios cristianos venidos del norte —pero no ajenos al pujante y extendido arte musulmán— quienes llevaban a cabo estas construcciones a medida que iban estableciéndose en las tierras reconquistadas a los moros. En algunos casos, sin embargo, esta afirmación no se compadece con la cronología, pues la datación de algunos monumentos mozárabes en ciertas regiones es anterior a las primeras acciones reconquistadoras llevadas a cabo allí de forma efectiva y permanente.
Otras señas de identidad arquitectónica del estilo mozárabe o de repoblación son:
• Planta centralizada o basilical, a veces con ábsides contrapuestos —uno en los pies y otro en la cabecera del templo—, rectangulares por fuera y semicirculares por dentro
• Alternancia, según regiones, del arco de herradura visigodo —con algo más de peralte— y el arco de herradura musulmán, dándole ocasionalmente en este caso una luz aún menor
• Empleo generalizado del alfiz
• Ventanas geminadas o triples, de tradición asturiana
• Bóvedas esquifadas, gallonadas y baídas, además de las bóvedas tradicionales de cañón
• Columnas agrupadas en pilares (1) compuestos, con capitel corintio y collarino unido a él
• Muros reforzados por contrafuertes exteriores
• Evolución de los canecillos hacia grandes modillones lobulados, soportando aleros muy pronunciados
• Decoración similar a la visigoda basada en roleos, esvásticas y temas vegetales y animales, formando franjas a modo de imposta

Iglesia de San Cipriano. San Cebrián de Mazote
(Valladolid). Síntesis romano-visigodo-islámica.
Siglo X.

Ermita mozárabe rupestre de Santos Acisclo y Victoria.
Arroyuelos (Valderredible, Cantabria). Siglo X.

Arco triunfal de la iglesia de Sta. María.
de Retortillo (hoy finca particular).
Torrepadre (Burgos). Siglo X.
♣ (clica encima de las imágenes)