Sillares y mampuestos
nervada
- Se dice especialmente de la bóveda de aristas (4) cuando cubre estas con nervios, distinguiéndose así de la bóveda de arista viva, que no los lleva. La bóveda de crucería, y más aún la de tracería (2), al no concebirse sin nervios, quedan fuera de esta diferenciadora denominación. Ver este artículo.
- Columna fasciculada: los delgados fustes que la envuelven se prolongan hacia la bóveda, donde ya se convierten en nervios. Idéntico paralelismo se verifica en los pilares (1) fasciculados de tantos edificios góticos, especialmente iglesias. En contadas ocasiones se da la circunstancia de que una columna o una pilastra fasciculadas no prolongan su nervadura (3) en bóveda alguna —exclusividad del arte románico—, oficiando los nervios en tales casos como mero revestimiento.

Columnas fasciculadas que anuncian la nervadura
de las bóvedas. Sala capitular del monasterio de
Santa María. Carracedo (León). Siglo XII.

Pilastra fasciculada que no origina bóveda nervada
alguna. Iglesia de la Magdalena. Zamora. Inicios
del siglo XIII.
♣ (clica encima de las imágenes)