Sillares y mampuestos
omeya
Dinastía que gobernó en Damasco como califato árabe entre los años 661 y 750, y posteriormente en al-Ándalus, con capital en Córdoba, entre 927 y 1031. Los alarifes omeyas construyeron las dos primeras arquitecturas importantes del arte islámico: la mezquita para la oración en las medinas, y el caravasar para el descanso en los desiertos —castillo-palacio que atendía y protegía a las caravanas y en algunos casos servía como residencia ocasional del soberano—. Tanto en las construcciones religiosas como en las civiles se observa una fuerte influencia de las tradiciones edilicias mediterráneas de la Antigüedad tardía, tan cercanas aún para los omeyas. Y así, en las mezquitas se perpetúa el empleo de la cúpula, de las columnas, los arcos y los capiteles clásicos (1) y se usa para decorarlos la técnica bizantina del mosaico vidriado, preferentemente dorado; mientras que en los caravasares predomina la fábrica romana del ladrillo. En al-Ándalus, la renacida dinastía omeya de los siglos X y XI llevó a su máximo esplendor la arquitectura andalusí (el apogeo artístico hispanoárabe vendría, trescientos años más tarde, de la mano de los nazaríes). Al igual que hicieron los omeyas de Damasco con las corrientes artísticas de su entorno, los omeyas andaluces contemporizan ahora con el arte hispanorromano y visigótico de la península ibérica. Basta fijarse en la mezquita de Córdoba: planta (1) basilical con crujías, columnas y capiteles romanos, arcos de herradura visigodos… Nada de todo ello veremos siglos más tarde en la nazarí Alhambra de Granada.

Gran Mezquita de Damasco o Mezquita de los
Omeyas. Construida en 705 sobre la catedral
bizantina de San Juan Bautista.
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