Sillares y mampuestos
paraninfo
De la unión de las voces griegas παρά /pará/, ‘al lado de’, y νύμφη, /nimfe/, ‘novia’, paraninfo da nombre al recinto más preclaro y solemne de la universidad. Del significado original que tuvo en origen —padrino que acompañaba a la novia en las nupcias o ministro que las disponía— pasó a designar, con el advenimiento de las primeras universidades en la Edad Media, al profesor que en un acto oficial, fastuoso y festivo abría cada año el curso académico exhortando a los alumnos al estudio de sus respectivas disciplinas. Y de la persona pasó a denominar el ámbito donde se llevaba a cabo dicha celebración. Y así, el aula en la que tenía lugar el evento fue adquiriendo cada vez mayor importancia, hasta devenir el templo académico por antonomasia, donde se otorgaban los grados universitarios, se defendían las tesis doctorales, se escenificaban las disputas científicas, legislativas y literarias, se homenajeaba a mentes ilustres, se impartían lecciones magistrales, se discutían en asamblea asuntos relacionados con el funcionamiento interno y la actividad académica…, acciones que en parte siguen todavía vigentes, pero que quedan en segundo plano frente al solemne acto anual de apertura y clausura del curso académico.
Desde el punto de vista arquitectónico el paraninfo no ocupa por lo regular un inmueble exclusivo y exento, sino que, en consonancia con su carácter de Aula Magna, se aposenta en el interior de alguno de los edificios ya existentes (rectorado, facultades, escuelas universitarias), ocupando el privilegiado lugar que le corresponde. Tampoco está sujeto a cánones artísticos determinados, por lo que adopta generalmente las trazas estilísticas imperantes en la época en que fue edificado, predominando en los paraninfos más antiguos las formas regias con un muy acentuado carácter de nobleza, que una exuberante decoración se encarga de resaltar. Los paraninfos más recientes, por el contrario, buscan la simplicidad de formas y una mayor funcionalidad, prescindiendo casi absolutamente de ornamentación.
Y si en lo arquitectónico el paraninfo no plantea exigencias normativas, sí que lo hace en la distribución de espacios, contando con una platea central para el gran público —amén de posibles tribunas (4) laterales— y un escenario o gran estrado, presidido por la mesa de las principales autoridades académicas, que es flanqueada perpendicularmente por varias filas de asientos destinados a los catedráticos y otros profesores de alta cualificación. En los paraninfos más antiguos permanece todavía el solemne púlpito de las lecciones magistrales —a veces dos, para las disputas doctrinales— que en los más modernos ha sido sustituido por un ambón o atril común desde donde se dirige la palabra a los asistentes.
Aparte su función estrictamente académica, muchos paraninfos ceden hoy sus instalaciones para actos culturales externos, como conciertos, recitales, teatro, danza, mítines, congresos, etc. Ello ha incentivado a algunas universidades de reciente creación a concebir su paraninfo como un espacio habilitado para llevar a cabo también tales actividades.

Universidad de Extremadura. Badajoz. Adaptación
en 2017 del antiguo mercado de abastos.
Mediados del siglo XIX.
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