Sillares y mampuestos
pitón jaqués
Representación de la espiga floral del acanto en cada esquina superior de la cesta de un capitel corintio románico, tanto en su expresión vegetal como si entre las hojas intercala figuras humanas o animales. Emerge el pitón desde el astrágalo y asciende por detrás del acanto, para sobresalir como grueso cuerno por debajo de las volutas que cierran la cesta. Introducido hacia 1175 en el románico aragonés, probablemente por el maestro de Jaca, será un punto de referencia para los futuros capiteles románicos de la Península y del sur de Francia que se recreen con hojas de acanto. Pero en los siglos XIV y XV hallamos también capiteles hispanoárabes que incorporan de forma esquemática uno o varios pitones jaqueses, lo cual pone de manifiesto que el cristiano pitón del norte había trascendido ya al arte islámico de al-Ándalus. Hay capiteles románicos que dan un paso más en el desarrollo de la espiga floral y lo que hacen emerger entre las hojas del acanto es la flor misma, ovalada y en punta, por uno de sus extremos.

Espiga floral de acanto y capitel de Moisés
y Aarón. Catedral de San Pedro. Jaca
(Huesca). Segunda mitad del siglo XII.

a) Iglesia de San Adrián de Sásabe (Huesca).
Final del siglo XII.
b) Basílica colegiata de San Isidoro. León.
Siglo XIII.

a) Iglesia de Simacourbe (Aquitania, Francia).
Siglo XIII.
b) Iglesia de la Santa Fe. Morlaas (Aquitania,
Francia). Siglo XIII.

a) Capitel hispanoárabe. Oratorio del Mexuar.
La Alhambra. Granada. Siglo XIV.
b) Capitel hispanoárabe. Patio del cuarto
Dorado. La Alhambra. Granada. Siglo XIV.

Capitel de la sinagoga Mayor de Segovia.
Mediados del siglo XIV. En 1419 pasó a ser
iglesia del Corpus Christi.
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