Sillares y mampuestos
trampantojo
o arquitectura fingida
Trampa para el ojo. Engaño visual. Se obtiene pintando arquitecturas o figuraciones fingidas en muros, techos o suelos, o induciendo a alguna alucinación visual por la forma en que han sido colocados los materiales, simulando una realidad inexistente. Hallamos abundantes trampantojos en cúpulas y bóvedas barrocas, pero también los había habido ya antes en las paredes de las villas romanas y en las iglesias bizantinas y prerrománicas, si bien en estos tres casos se advierte claramente la voluntad de decorar y no la de provocar una ilusión óptica. El trampantojo también forma parte hoy del paisaje urbano, dando color y vida a los muros desnudos de algunos edificios o a los andamios de otros en restauración. El humor y la publicidad se han servido y se sirven también de este artificio.
Agramilado (1). Agramilar (2). Esgrafiado. Mural.

Casa del Ermitaño (pintada en origen con el aspecto
de abandono que todavía presenta). El Capricho de
la alameda de Osuna. Madrid. Inicios del siglo XIX.

Trampantojo columnario. Cúpula de
San Antonio de los Alemanes o de
los Portugueses. Madrid. Siglo XVII.
♣ (clica encima de las imágenes)