Sillares y mampuestos
argárica
Relativa o perteneciente a la civilización del Argar. A finales del siglo XIX se descubrieron en el municipio de Antas (Almería) las primeras manifestaciones de una cultura milenaria autóctona, dentro del área de influencia greco-micénica propiciada por el constante flujo de navegantes del Mediterráneo. Se trataba de la civilización de El Argar, que abarcó la provincia almeriense y extensos territorios de Granada, Jaén, Albacete Murcia y Alicante. En la región de Murcia se hace especial referencia a La Bastida, en Totana, donde radica el yacimiento argárico más importante. El origen de esta nueva cultura mediterránea —en torno al 3000 a. e.— hay que buscarlo en la cultura también almeriense de Los Millares (IV milenio a. e.). La civilización del Argar influiría notablemente en el desarrollo y configuración de las comunidades del resto de la península ibérica. Su último periodo se sitúa hacia el año 1500 a. e., en plena Edad del Bronce. Había alcanzado su máximo esplendor en el segundo milenio, destacándose como una de las culturas más importantes de Europa. A juzgar por las gruesas murallas de sus poblados, de dos y tres metros de espesor y de hasta siete de altura, hechas de sólida mampostería, y por las abundantes armas halladas en las numerosas sepulturas excavadas —enterramientos en cistas domésticas o dentro de grandes vasijas de barro, y no en necrópolis comunitarias—, cabe deducir que era un pueblo guerrero, y además muy jerarquizado. Sus enclaves con mayor población constaban de acrópolis y amplias viviendas de recias paredes de piedra y madera, revestidas de enfoscado y revoque, agrupadas la mayoría de ellas en núcleos aterrazados o distribuidas en bancales por lo abrupto del terreno. Si bien los argáricos se establecieron siempre cerca de una fuente natural de agua, no faltan en sus poblado, dado el acusado estiaje de los ríos de las comarcas arriba mencionadas, grandes aljibes que confirman la importancia que tenía el agua para una sociedad eminentemente ganadera. Arqueología. Excavación.

Casa argárica museizada (La Bastida,
Totana, Murcia) y ajuar y joyas de una
tumba principesca (La Almoloya,
Pliego, Murcia)
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